FALTA DE DESEO
¿Qué es la falta de deseo sexual?
La falta de deseo sexual —también conocida como inhibición sexual, deseo sexual hipoactivo o falta de líbido— es un bajo nivel de interés sexual que interfiere de forma negativa en la relación de pareja.
Las personas que la padecen:
- No disfrutan de las relaciones sexuales.
- Tienden a evitarlas
- Suelen estar muy alertas a los gestos de acercamiento de su pareja.
- Rechazan muestras de afecto que podrían conducir al contacto sexual.
Todo esto provoca un deterioro progresivo de la relación de pareja y alimenta aún más la falta de deseo.
Cuando el cuerpo no responde
- La persona afectada deja de responder a estímulos sexuales.
- Algunas nunca han sentido excitación, ni siquiera ante estímulos directos.
- En casos más graves, pueden llegar a sentir rechazo o repulsión hacia el contacto sexual.
El deseo sexual depende de zonas muy sensibles del cerebro. Factores emocionales, psicológicos o de pareja pueden alterar profundamente esta capacidad de respuesta.
Primera visita: diagnóstico personalizado
Cada caso de falta de deseo tiene causas distintas. Por eso, en la primera consulta:
¿Qué trabajaremos?
- Realizaremos una historia clínica y sexual detallada.
- Analizaremos cómo y cuándo se instauró la disfunción.
- Identificaremos los factores que mantienen el problema en la actualidad.
La base de un tratamiento eficaz es un diagnóstico preciso. Dedico especial atención a esta etapa porque todo el proceso posterior depende de ello.
Tratamiento de la falta de deseo sexual
El tratamiento se basa en principios de sexología conductista, con respaldo científico.
¿En qué consiste?
- Diseño de ejercicios específicos para realizar en casa, en solitario o en pareja.
- No es necesario tener pareja para iniciar el tratamiento.
- En algunos casos, puede indicarse medicación puntual, pero nunca como solución única.
Objetivo: recuperar una respuesta sexual natural y saludable sin depender de fármacos.
Aunque en este momento no veas una salida, te aseguro que juntos la encontraremos